No es común el caso del economista que se encuentra en la mira de los bombardeos terroristas y que ha sufrido de intentos de asesinato, pero Hernando de Soto no es un economista cualquiera. Empezando en su Perú nativo, de Soto se ha enfocado en un concepto revolucionario que está teniendo repercusiones a lo largo de los países pobres del mundo: la carencia de derechos de propiedad formales como la fuente de pobreza en los países pobres. Sus décadas de trabajo pionero, ante presidentes y en las calles en nombre de los derechos de propiedad de los pobres, le han traído elogios a escala global.
En 1999, la revista Time eligió a de Soto como uno de los mas destacados innovadores latinoamericanos del siglo. La revista Forbes lo destacó como uno de 15 innovadores "quién reinventará su futuro". El suplemento dominical del New York Times escribió, "para los líderes de los países pobres, el evangelio económico de de Soto es una de las cosas más esperanzadoras que han oído en años". La revista The Economist identificó al Instituto Libertad y Democracia entre los dos más importantes centros de investigación de políticas públicas en el mundo.
De Soto llamó la atención primero en su país nativo. En 1979, después de una exitosa carrera de negocios en Europa, Hernando de Soto de 38 años de edad volvió a un Perú plagado de pobreza y años de régimen militar.
Habiendo ganado suficiente dinero para retirarse, decidió dedicar su vida a tiempo completo a solucionar el acertijo del desarrollo: ¿Por qué algunos países son ricos y otros pobres? De Soto sabía que los peruanos no carecían de la energía emprendedora. La ajetreada economía informal de Lima es prueba de ello. Tampoco carecían de bienes, per se. Del campo a los suburbios de la ciudad, la propiedad era gobernada por un sistema de derechos de propiedad reconocido y desarrollado informalmente.
Como de Soto lo explicó en su libro El Otro Sendero escrito en 1986, a estos propietarios de facto se les cerraba las puertas a la economía formal –y esa era la raíz del problema. "Tienen casas pero no títulos, cosechas pero no certificados de propiedad, negocios pero no escrituras de constitución".
En 1980 de Soto fundó el Instituto Libertad y Democracia. Mientras más investigaban él y sus compañeros investigadores en el ILD, tanto más se daban cuenta que lidiar con el estado peruano para obtener el reconocimiento legal de los bienes propios era exasperantemente difícil, si no imposible.
Como autor y activista, y más adelante como asesor del Presidente Alberto Fujimori en los primeros años de su administración, de Soto se movió para sacar de la sombra de la economía informal a sus compatriotas empobrecidos y para abrir su potencial de generar riqueza, un proceso que continúa hoy.
Desde sus raíces peruanas, de Soto viaja ahora alrededor del mundo, reuniéndose con actuales y futuros jefes de estado. El presidente mexicano Vicente Fox buscó a de Soto para que lo ayudara cuando era gobernador del estado de Guanajuato, y hoy en día de Soto está trabajando con el gobierno de Fox en reformas de derechos de propiedad. El hijo del Presidente egipcio Hosni Mubarak, Gamal, contactó a de Soto y hoy en día está por implementarse un programa de derechos de propiedad en Egipto. Los Presidentes filipinos Joseph Estrada y Gloria Arroyo le han solicitado ayuda a de Soto. El New York Times indica que presidentes africanos están comunicándose con él a través de faxes.
De Soto les dice a estos jefes de estado que sus ciudadanos pobres carecen del registro legal de titulación de sus propiedades y no puedan utilizar sus bienes como garantía. No pueden conseguir préstamos bancarios para ampliar sus negocios o para mejorar sus propiedades. Él y sus colegas calculan que la cantidad de "capital muerto" en activos sin títulos formales de propiedad poseídos por los pobres del mundo está en "por lo menos $9,3 millones de millones de dólares" –una cifra que hace minúscula la cantidad de ayuda exterior dada al mundo en desarrollo desde 1945.
Hernando de Soto ha revolucionado realmente nuestra comprensión de las causas de la riqueza y de la pobreza. Mientras que muchos académicos han señalado y han explicado la importancia de los derechos de propiedad para elevar los estándares de vida, de Soto ha formulado la pregunta crítica de qué es lo que se necesita para que el estado reconozca los derechos de propiedad que funcionan dentro de las comunidades de los pobres. ¿Pueden ellos transformar en capital el control físico "extralegal" de bienes, factor clave para el desarrollo económico sostenido?
De Soto afirmó que pueden lograr estatus legal y desarrollar una guía al "proceso de capitalización" para los países pobres. En su activismo y en sus libros El Otro Sendero y El Misterio del Capital, Hernando de Soto ha hecho mucho más que aplicar las lecciones de la economía a los viejos problemas; él ha hecho nuevas preguntas y ha proporcionado una nueva comprensión y una nueva esperanza de transformar la pobreza en riqueza.
De Soto no es popular solo en naciones pobres. Ha recibido el apoyo y el reconocimiento de gran parte del espectro político occidental, extendiéndose desde la izquierda a la derecha conservadora. Los elogios han venido del ex-Presidente Bill Clinton, el ex-Senador de Estados Unidos Bill Bradley, el premio Nobel de Economía Milton Friedman y la ex-Primer Ministro británica Margaret Thatcher. El Presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, lo llevó consigo en un viaje a Rusia. Luego se reunió con el Presidente Vladimir Putin.
De Soto no se limita al mundo intelectual. Se le puede ver caminando incansablemente a través de las calles y de las aldeas pobres en Haití, Perú, Egipto y Bali, reuniéndose con agricultores no propietarios, participantes del mercado negro, propietarios de puestos de comida, empresarios locales y trabajadores de fábricas. Su trabajo con el ILD insta a los gobiernos de países en vías de desarrollo a simplificar y hacer más eficiente el proceso de concesión de títulos de la propiedad.
Por sus esfuerzos, el grupo terrorista peruano marxista Sendero Luminoso le puso en la mira para asesinarlo. Las oficinas del instituto fueron bombardeadas. Su coche fue acribillado. Actualmente Sendero Luminoso está moribundo, pero de Soto sigue siendo muy vivaz y un apasionado partidario de la libertad. Entregando derechos de propiedad formales a los pobres puede sacarlos de la influencia de la demagogia y llevarlos al orden extendido de la economía global moderna. "¿Vamos a hacerlo [el capitalismo] inclusivo y a comenzar a romper el monopolio de la izquierda sobre los pobres y a demostrar que el sistema les puede beneficiar a ellos también?" Ese es el desafío de de Soto y su trabajo de toda la vida.
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